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20 »También tomaste a mis hijos e hijas, los que habías engendrado para mí, y los sacrificaste ritualmente a tus dioses; y ya no están más. ¿No bastaba con que fueras una prostituta? ¿Tenías que haber llegado a tal extremo de maldad? 21 ¿Debías también sacrificar a mis hijos en el fuego de los altares idolátricos? 22 Y en todos estos años de adulterio y maldad no has pensado en aquellos días de hace tanto tiempo, cuando estabas desnuda y cubierta con sangre.

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